12 julio 2008

BIOGRAFIAS R.C.D. ESPANYOL. CRISANTO BOSCH (...Y SU HIJA MARÍA)


Ya llegó el sábado, pero no llega el fútbol, así que pa intentar remediarlo vamos a poner otra biografía perica. Hoy toca uno de los históricos de los primeros años: Crisanto Bosch Espin, extremo izquierda. Nació en Barcelona el 26 de diciembre de 1907. Jugó en el R.C.D. Espanyol desde 1928 (procedente del Júpiter), hasta 1943, año en el que pasó a ser entrenador formando tandem con Pitus Prat. Durante la guerra civil, junto al también jugador Trabal, y el administrativo Manuel Cuervas, mantuvo la plantilla reagrupada a la espera del final del conflicto. Es uno de los seis jugadores de la historia del R.C.D. Espanyol que tienen dos Copas de España en su palmarés, y junto a otro histórico como “Pitus” Prat, los únicos que ganaron las dos primeras. Lo cual da una idea de su fidelidad al R.C.D. Espanyol, pues no hay que olvidar que entre las dos primeras copas transcurrió la guerra civil. En la primera jugó y marcó el segundo y definitivo gol a pase de Padrón. Precisamente con Padrón formó un ala izquierda de leyenda, llegando a jugar juntos en la selección. Fue internacional en 8 ocasiones, participando en el Mundial de Italia’34, y en la mayor goleada de la historia de la selección: un 13-0 a Bulgaria el 21 de mayo de1933.
Tuvo su partido de homenaje en Sarriá el 3 de septiembre de 1944, enfrentándose el R.C.D. Espanyol a una selección catalana. Los últimos años fue conserje de Sarriá. Murió el 13 de abril de 1981. Pero la cosa no queda ahí: Su hija María Bosch nació en el chalet que había antiguamente en el Gol Sur de Sarriá. Si hay alguien que puede presumir de ser peric@ de nacimiento es ella: “Es una anécdota, aunque es algo especial, ya que me he vinculado definitivamente al club”. Ha dedicado prácticamente toda su vida al R.C.D. Espanyol como secretaria y por supuesto aficionada. En este caso se puede hablar tranquilamente de sangre blanquiazul. El dia del último partido en Sarriá, María llegó al campo, hizo las fotocopias de las alineaciones para la prensa, después fue a su asiento de preferencia… sólo aguantó 45 minutos. En el descanso su sobrino la llevó a casa, a acompañar a su madre, que llevaba una semana enferma de tanto llorar y llorar... "no puedo aguantar más, tengo que marcharme, no puedo resistirlo..." Cuando se vendió Sarriá, se vendió su casa: “Pocas personas sintieron tanto el día en que el Espanyol se fue de Sarriá, mi familia ha estado muy vinculada al club”
Si algún perico cree que personas así no merecen unas líneas en la historia de nuestro R.C.D. Espanyol que lo diga.

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